¿Puede el fondo comunitario de Ethereum restaurar la confianza en ETH?
En el mercado de criptomonedas, el precio de ETH ha estado rondando los 2000 dólares durante mucho tiempo, e incluso ha caído por debajo de los 1500 dólares, lejos de alcanzar la meta de 10,000 dólares que muchos esperaban. Ante esta situación, el descontento de la comunidad hacia las instituciones actuales ha ido en aumento, y las críticas abarcan múltiples aspectos, como la eficiencia organizativa y la transparencia en la gobernanza.
En este contexto, en julio de este año, durante la octava conferencia de la comunidad de Ethereum, el desarrollador principal Zak Cole anunció la formación de la Fundación de la Comunidad de Ethereum (ECF). La misión central de esta organización independiente es "apoyar a Ethereum en forma de activos" y se compromete a llevar el precio de ETH a 10,000 dólares.
Zak Cole, como fundador de ECF, tiene un amplio trasfondo. Sirvió como ingeniero de redes en el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos y participó en la Guerra de Irak. Tras su servicio, se adentró en el campo de Bitcoin y fundó varias empresas en áreas como tecnología publicitaria, alojamiento web y ciberseguridad. En 2017, fundó Whiteblock, que ofrece servicios de prueba para el desarrollo de sistemas de blockchain.
Además de Whiteblock, Zak también ha participado en varios proyectos Web3, como cofundador de la plataforma de competencia de seguridad de contratos inteligentes Code4rena, cofundador y CTO de la plataforma de intercambio descentralizado Slingshot Finance, entre otros. También es asesor técnico y mentor de algunas organizaciones.
El objetivo de ECF es aumentar el valor de ETH a través de la educación, el apoyo financiero, la divulgación y la construcción de ecosistemas. Planea financiar proyectos que fortalezcan la infraestructura de Ethereum, al mismo tiempo que se dedica a aumentar la cantidad de ETH destruido, ampliar la contribución de bienes públicos y promover la escalabilidad de la red.
Actualmente, el ECF ha recaudado varios millones de dólares equivalentes a ETH, principalmente de poseedores anónimos y donaciones de la comunidad. El ECF ha establecido estándares de financiamiento estrictos, apoyando solo proyectos "sin tokens y no transferibles", exigiendo que todos los proyectos seleccionados deben promover directamente la destrucción de ETH para fortalecer su valor económico.
El primer gran proyecto de financiamiento de ECF es la Asociación de Validadores de Ethereum (EVA), que tiene como objetivo proporcionar un canal de voz a los validadores de la red, permitiéndoles votar sobre la hoja de ruta de las actualizaciones del protocolo a través del ETH apostado. ECF también promueve activamente la colaboración con gobiernos, organismos reguladores e instituciones financieras tradicionales, con la esperanza de fomentar la adopción institucional de Ethereum.
La reacción de la comunidad ante las iniciativas de ECF ha sido variada. Algunos creen que este modelo de financiación, centrado en infraestructuras de cadenas públicas sin tokens, ayuda a regresar a los valores originales de Ethereum; mientras que otros expresan preocupación por el modelo de incentivos completamente sin tokens, cuestionando la motivación continua para el mantenimiento del proyecto y las recompensas para los desarrolladores.
La capacidad del ECF para lograr el objetivo de "ETH volviendo a 10,000 dólares" aún está por verse con el tiempo. Tanto impulsar el valor del token como reestructurar la lógica de gobernanza y financiamiento del ecosistema de Ethereum enfrentan desafíos. La clave que determinará su destino será si el ECF puede mantener una neutralidad confiable mientras continúa atrayendo desarrolladores y apoyo financiero.
A pesar de que el camino es difícil, la aparición de ECF en sí misma es una señal positiva que indica que el ecosistema de Ethereum aún tiene la capacidad de actualizarse por sí mismo y que todavía hay desarrolladores dispuestos a esforzarse por ello. Esta diversidad de voces y la aparición de nuevas fuerzas pueden traer nuevas esperanzas a Ethereum en un momento crucial.
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La Fundación de la Comunidad de Ethereum (ECF) se lanza enfocándose en proyectos sin Token para impulsar el ETH a 10,000 dólares.
¿Puede el fondo comunitario de Ethereum restaurar la confianza en ETH?
En el mercado de criptomonedas, el precio de ETH ha estado rondando los 2000 dólares durante mucho tiempo, e incluso ha caído por debajo de los 1500 dólares, lejos de alcanzar la meta de 10,000 dólares que muchos esperaban. Ante esta situación, el descontento de la comunidad hacia las instituciones actuales ha ido en aumento, y las críticas abarcan múltiples aspectos, como la eficiencia organizativa y la transparencia en la gobernanza.
En este contexto, en julio de este año, durante la octava conferencia de la comunidad de Ethereum, el desarrollador principal Zak Cole anunció la formación de la Fundación de la Comunidad de Ethereum (ECF). La misión central de esta organización independiente es "apoyar a Ethereum en forma de activos" y se compromete a llevar el precio de ETH a 10,000 dólares.
Zak Cole, como fundador de ECF, tiene un amplio trasfondo. Sirvió como ingeniero de redes en el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos y participó en la Guerra de Irak. Tras su servicio, se adentró en el campo de Bitcoin y fundó varias empresas en áreas como tecnología publicitaria, alojamiento web y ciberseguridad. En 2017, fundó Whiteblock, que ofrece servicios de prueba para el desarrollo de sistemas de blockchain.
Además de Whiteblock, Zak también ha participado en varios proyectos Web3, como cofundador de la plataforma de competencia de seguridad de contratos inteligentes Code4rena, cofundador y CTO de la plataforma de intercambio descentralizado Slingshot Finance, entre otros. También es asesor técnico y mentor de algunas organizaciones.
El objetivo de ECF es aumentar el valor de ETH a través de la educación, el apoyo financiero, la divulgación y la construcción de ecosistemas. Planea financiar proyectos que fortalezcan la infraestructura de Ethereum, al mismo tiempo que se dedica a aumentar la cantidad de ETH destruido, ampliar la contribución de bienes públicos y promover la escalabilidad de la red.
Actualmente, el ECF ha recaudado varios millones de dólares equivalentes a ETH, principalmente de poseedores anónimos y donaciones de la comunidad. El ECF ha establecido estándares de financiamiento estrictos, apoyando solo proyectos "sin tokens y no transferibles", exigiendo que todos los proyectos seleccionados deben promover directamente la destrucción de ETH para fortalecer su valor económico.
El primer gran proyecto de financiamiento de ECF es la Asociación de Validadores de Ethereum (EVA), que tiene como objetivo proporcionar un canal de voz a los validadores de la red, permitiéndoles votar sobre la hoja de ruta de las actualizaciones del protocolo a través del ETH apostado. ECF también promueve activamente la colaboración con gobiernos, organismos reguladores e instituciones financieras tradicionales, con la esperanza de fomentar la adopción institucional de Ethereum.
La reacción de la comunidad ante las iniciativas de ECF ha sido variada. Algunos creen que este modelo de financiación, centrado en infraestructuras de cadenas públicas sin tokens, ayuda a regresar a los valores originales de Ethereum; mientras que otros expresan preocupación por el modelo de incentivos completamente sin tokens, cuestionando la motivación continua para el mantenimiento del proyecto y las recompensas para los desarrolladores.
La capacidad del ECF para lograr el objetivo de "ETH volviendo a 10,000 dólares" aún está por verse con el tiempo. Tanto impulsar el valor del token como reestructurar la lógica de gobernanza y financiamiento del ecosistema de Ethereum enfrentan desafíos. La clave que determinará su destino será si el ECF puede mantener una neutralidad confiable mientras continúa atrayendo desarrolladores y apoyo financiero.
A pesar de que el camino es difícil, la aparición de ECF en sí misma es una señal positiva que indica que el ecosistema de Ethereum aún tiene la capacidad de actualizarse por sí mismo y que todavía hay desarrolladores dispuestos a esforzarse por ello. Esta diversidad de voces y la aparición de nuevas fuerzas pueden traer nuevas esperanzas a Ethereum en un momento crucial.