La verdad no está en el oeste, sino en el camino; Buda no es el que viene, sino uno mismo. Los demonios que se agrupan son los deseos y las obsesiones que surgen del corazón humano. Ver el cielo y la tierra es fácil, ver a todos los seres no es difícil, pero ver a uno mismo requiere pasar por noventa y nueve dificultades.
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La verdad no está en el oeste, sino en el camino; Buda no es el que viene, sino uno mismo. Los demonios que se agrupan son los deseos y las obsesiones que surgen del corazón humano. Ver el cielo y la tierra es fácil, ver a todos los seres no es difícil, pero ver a uno mismo requiere pasar por noventa y nueve dificultades.